La cerveza puede funcionar como medicina. Sí, así de maravilloso como suena es la conclusión a la que llegó un equipo de científicos de la Universidad de Oregón (EE.UU.). La investigación publicada en la revista Scientific Reports fue calificada por medios como el Los Angeles Times como el «mejor estudio de la historia».
Todo está en el xanthohumol; un componente – difícil de pronunciar – que se encuentra en altas concentraciones en los lúpulos de la cerveza. El principal descubrimiento de este es que puede reducir la presión arterial y los niveles de la obesidad, así como ayudar a prevenir la diabetes.
Para llegar a esta conclusión los especialistas alimentaron a ratones obesos con productos que contenían altos niveles de grasa, claves en el desarrollo de la hipertonía y la obesidad.
Acto seguido experimentaron en roedores con dos derivados del xanthohumol, lo que les hizo manifestar bajos niveles de resistencia a la insulina (factor causante de la la diabetes tipo 2) y a la leptina (causante del hambre en el organismo). Según los investigadores, la inclusión de este componente hizo que los ratones comieran menos, reduciendo también el consumo de alimentos con elevados niveles de grasa.
Una noticia que no sólo nos pone felices; sino que además reafirma la idea de que además de quitar nuestro stress, en un futuro no muy lejano, podrá prevenir enfermedades que hasta hace poco no tenían cura.