En un primer momento fue el Laboratorio de Criminalística Labocar de Carabineros, quienes llegaron al lugar para comenzar la investigación, además del Departamento de Estudios Técnicos de Bomberos.
Posteriormente se hicieron diligencias para registrar e incautar medios probatorios en una casa identificada como la residencia del menor identificado por las iniciales “A.M.”, quien sería el principal sospechosos de este incendio -al parecer- intencional.
La Opinión de Chiloé afirmó que “personal de la SIP de Carabineros fue mandatado para realizar la diligencia que permitiría levantar pruebas para este delito de carácter grave (…) como se trata de un adolescente, por la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, podría enfrentar hasta 10 años de cárcel”.
