Ante el fatal accidente que envió al niño Brayan Navarro, al Hospital de Puerto Montt, luego de ser aplastado por una estatua de madera en el fin de semana, la Municipalidad de Curaco de Vélez se ha puesto a la disposición de la familia.
Navarro de seis años, estudia en el Liceo Alfredo Barría de Curaco de Vélez, y cuyo estado de salud mantiene preocupado a toa la localidad curaca, especialmente al Alcalde, Luis Curumilla, quien como indicó Crisitian Vidal, administrador municipal, pidió poner al gobierno regional al servicio y disposición de esta familia de la comuna y prestarle el mayor apoyo en un momento tan duro como este.
“El alcalde Luis Curumilla está muy preocupado por lo que pasó este fin de semana con Brayan, por lo que la DIDECO se contactó con la familia para poder ayudar en lo que sea necesario y en primera instancia buscarles un lugar en donde se pudieran quedar en Puerto Montt. Hablé con una de las tías del niño y me dice que está fuera de riesgo vital y que está evolucionando de manera positiva, pero seguimos muy preocupados por Brayan, que sufrió este accidente en la ciudad de Castro”, señaló el administrador del municipio de Curaco de Vélez, quien al mismo tiempo agregó que el objetivo es poder conseguir un lugar cercano al hospital en donde los padres del niño puedan permanecer en Puerto Montt y estar con él en su recuperación.
Asimismo, el administrador de la Municipalidad curaca, destacó que lo primordial en estos momentos es procurar que el estado del pequeño siga mejorando y ayudar para que sus padres puedan estar todo el tiempo necesario en el hospital.
Por otra parte, el alcalde Luis Curumilla pidió “poner a disposición de la familia todo lo que sea necesario: nuestro departamento social, de la DIDECO, nuestra unidad jurídica y todo lo que ellos necesiten para ayudar”, culminó Cristian Vidal.
No obstante, el municipio de Curaco de Vélez está trabajando para prestar apoyo a esta familia, recolectado recursos económicos entre los funcionarios municipales, al igual que otras muestras de solidaridad que empezaron a relucir para cooperar con el niño y sus padres.
Fuente: El Quellonino