Durante la mañana de este lunes 6 de mayo, se llevó a cabo una movilización promovida por los alumnos del Instituto AIEP Sede Castro, con la finalidad de denunciar diversas irregularidades y tratos denigrantes por parte del este establecimiento educacional, que casualmente inauguró un nuevo edificio este año, el cual pretendía solventar inconvenientes de hacinamiento y falta de infraestructura.
Las denuncias ya han sido emitidas desde hace algún tiempo, sin embargo, este mismo año hubo mayor organización estudiantil y es por ello que hoy, vuelven alzar su voz una vez más.
Todo indica que la manifestación habría gatillado luego de conocerse la renuncia de la Coordinadora de la Carrera de Trabajo Social, debido a los constantes hechos relacionados con el acoso laboral y literales. La burla de los altos cargos del AIEP, frente a lo solicitado por el gremio estudiantil, sin embargo, desde la directiva desmintieron dichas acusaciones y han sindicado que rechacen cualquier solicitud, pero hay informes que revelan que si hubo tales reclamos.
Al parecer la salida de la profesional, se incluye como posibles acciones que han pretendido empañar que los alumnos se organicen, el éxodo de otros 6 docentes en menos de un año, así como deficiencias en el nuevo edificio siendo la falta de calefacción, hacinamiento o algo tan básico como un casino para un lugar que se cuenta con 800 estudiantes.
A lo mencionado anteriormente, se suma el constante hostigamiento financiero, debido a que se denuncia una incesante llegada de correos electrónicos y notificaciones de cobranza, solicitando el pago de los aranceles una vez vencido el plazo de pago, todo esto sin que el AIEP tome en cuenta la llegada de las becas y beneficios sociales.
Con respecto a este último aspecto, también destacan una posible inoperancia del Departamento de Ayuda Estudiantil, área a la que denuncian no sólo por rechazar la entrega de información de potenciales becas a las que se puede postular el gremio estudiantil, sino al organizar actividades sin notificar previamente a los alumnos.
Por otra parte, se incluye la ausencia de una sala cuna, algo que resulta ilógico para una institución que cuenta con una matrícula de 800 estudiantes, de hecho, estudiantes de Trabajo Social, resaltan que ante esto, han tenido que asistir a clases ya hacinadas con sus hijos.
Por: Madelein Fernández
Fuente: La Opinión de Chiloé